¿Uno, dos o tres tipos de depresión?
Según el DSM-V (recordemos, nuestra biblia en forma de manual diagnóstico), hay cuatro trastornos incluidos en los Trastornos depresivos:
- Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo.
- Trastorno de depresión mayor.
- Trastorno depresivo persistente (distimia).
- Trastorno disfórico premenstrual.
Fuera de los trastornos depresivos, podemos mencionar la depresión en el trastorno bipolar y trastornos relacionados.
Depresión con características psicóticas, depresión estacional, atípica…
Podríamos decir que, según la clasificación a la que atendamos, tenemos unos tipos de depresión u otros. ¿Los vemos?
Trastorno de depresión mayor.
Se considera Trastorno de depresión mayor cuando se da un estado de ánimo triste prácticamente constante y/o una disminución del placer y la motivación, y esto interfiere con el funcionamiento en la vida diaria.
Además, para diagnosticarlo es necesario que se den algunos de los siguientes síntomas: Cambios en el peso y en el sueño, agitación o enlentecimiento motor, disminución de la energía o fatiga, sentimiento de inutilidad, dificultades de concentración y/o pensamientos de muerte o intentos de suicidio.
Depresión persistente, ¿qué es la distimia?
Se denomina distimia a la depresión crónica o persistente, siendo necesario que los síntomas se presenten durante al menos dos años.
Los síntomas de la distimia son similares a la depresión mayor, solo que hay 4 que no tienen por qué estar presentes:
- Pérdida de interés y placer
- Agitación o retraso psicomotor
- Sentimiento de inutilidad o culpabilidad
- Pensamientos de muerte
Además, se puede presentar baja autoestima y sentimientos de desesperanza.
Durante este periodo de dos años, la persona no ha debido estar sin síntomas de depresión más de dos meses seguidos.
Entonces, ¿cuándo se presenta uno u otro?
En resumen, se podría denominar distimia cuando el trastorno de depresión mayor se presenta durante un mínimo de dos años. Si la duración es inferior, es depresión mayor.
A continuación, podemos observar una tabla comparativa de los criterios necesarios de cada uno de los trastornos:
DEPRESIÓN MAYOR (mínimo 2 semanas) | DISTIMIA (mínimo dos años) |
Estado de ánimo deprimido | Estado de ánimo deprimido |
Pérdida de interés y placer | X |
Pérdida o aumento de peso o apetito | Pérdida o aumento de peso o apetito |
Insomnio o hipersomnia | Insomnio o hipersomnia |
Agitación o retraso psicomotor | X |
Fatiga o pérdida de energía | Fatiga o pérdida de energía |
Sentimiento de inutilidad o culpabilidad | X |
Dificultad de concentración | Dificultad de concentración |
Pensamientos de muerte | X |
Baja autoestima | |
Sentimientos de desesperanza |
Otras clases de depresión.
Trastorno afectivo estacional: existe una relación temporal entre el inicio de los síntomas y una temporada concreta del año (otoño, invierno, etc.), y desaparecen también en una temporada concreta (primavera o verano).
Depresión con características psicóticas: además de los síntomas de depresión, se presentan delirios y/o alucinaciones, que pueden o no ser congruentes con el estado de ánimo.
Depresión con características atípicas: se considera “atípica” cuando se presenta reactividad del estado de ánimo en distintas situaciones, es decir, hay un mejora de este en respuesta a acontecimientos positivos. Se puede dar también parálisis plúmbea (sensación de pesadez en las extremidades), sensibilidad al rechazo, hipersomnia y aumento de apetito o de peso.
Algunas fuentes de información incluyen el Trastorno Bipolar en la clasificación de la depresión. Aunque es un trastorno del estado de ánimo, nosotros lo veremos en otro momento.
Tipos de depresión en mujeres y hombres.
Hay dos trastornos de depresión exclusivos en las mujeres:
Trastorno disfórico premenstrual
Se dan síntomas de depresión en la mayoría de los ciclos menstruales, debiendo aparecer en la semana previa al inicio de la menstruación, mejorando durante esta y desapareciendo una semana después de la finalización e interfiriendo significativamente con el funcionamiento normal. En cuanto a los síntomas, para el diagnóstico se tienen que dar un total de cinco síntomas de los siguientes (según DSM-V):
Mínimo uno de los siguientes:
Labilidad afectiva intensa (p. ej., cambios de humor; de repente está triste o llorosa, o aumento de la sensibilidad al rechazo).
Irritabilidad intensa, o enfado o aumento de los conflictos interpersonales.
Estado del ánimo intensamente deprimido, sentimiento de desesperanza o ideas de autodesprecio.
Ansiedad, tensión, y/o sensación intensa de estar excitada o con los nervios de punta.
Mínimo uno de los siguientes (hasta un total de 5 combinando estos y los anteriores):
Disminución del interés por las actividades habituales (p. ej., trabajo, escuela, amigos, aficiones).
Dificultad subjetiva de concentración.
Letargo, fatigabilidad fácil o intensa falta de energía.
Cambio importante del apetito, sobrealimentación o anhelo de alimentos específicos.
Hipersomnia o insomnio.
Sensación de estar agobiada o sin control.
Síntomas físicos como dolor o tumefacción mamaria, dolor articular o muscular, sensación de “hinchazón” o aumento de peso.
Depresión postparto
Aunque denominada postparto, en muchas ocasiones los síntomas se comienzan a presentar durante el embarazo, aumentando en el puerperio. Sobre la depresión postparto hablaremos largo y tendido en otro post.
Tipos de depresión infantil y adolescente.
En nuestro anterior artículo sobre síntomas de la depresión infantil y adolescente pudimos ver que estos se presentan de forma diferente, pero no existe como tal una clase determinada de depresión infantil diferente al resto. Lo que sí podemos destacar de los trastornos del estado de ánimo en niños es el siguiente:
Trastorno de desregulación destructiva del estado de ánimo
Se trata de un estado de ánimo, por lo general, irritable o irascible, en el que se dan explosiones de ira, recurrentes y desproporcionadas y que pueden ser solo verbales o ir acompañadas de acciones (por ejemplo, agresiones). Para un diagnóstico de TDDEA, los síntomas deben de haber estado presentes durante mínimo un periodo de doce meses, y no se puede realizar antes de los seis años ni después de los dieciocho, aunque lo que conmúnmente observamos es que los síntomas suelen comenzar antes de los diez.